Cada año miles de personas se lanzan a vivir la experiencia del Camino de Santiago. Un recorrido que no solo pone a prueba la mente, sino también el cuerpo. Caminatas de muchas horas, mochilas pesadas y calzado inadecuado pueden provocar lesiones musculares, articulares o sobrecargas que arruinan la aventura.
En Recuperación Funcional Natalia Dávila, en Galicia, atendemos cada temporada a peregrinos que llegan con dolores, ampollas, tendinitis o esguinces después de días de esfuerzo. Pero la buena noticia es que la mayoría de estas lesiones pueden prevenirse con una preparación física adecuada y una correcta atención fisioterapéutica.
Las lesiones más frecuentes en el Camino de Santiago
1. Fascitis plantar y sobrecargas en el pie
El dolor en la planta del pie es una de las dolencias más comunes. Aparece por caminar largas distancias con calzado inadecuado o sin una buena adaptación progresiva.
Síntomas: dolor punzante al apoyar el talón o al levantarse por la mañana.
2. Tendinitis aquílea
El tendón de Aquiles sufre mucho con terrenos irregulares o bajadas prolongadas.
Síntomas: rigidez y dolor en la parte posterior del tobillo, sobre todo al empezar a caminar.
3. Dolor de rodilla (“rodilla del peregrino”)
Las bajadas pronunciadas y el peso de la mochila sobrecargan la articulación.
Síntomas: dolor en la parte anterior o lateral de la rodilla, sobre todo al descender.
4. Ampollas y rozaduras
Un problema menor pero muy limitante. Se deben a la fricción, el sudor y el calzado nuevo.
5. Lumbalgias y sobrecargas musculares
Caminar con la mochila mal ajustada o sin una buena preparación postural genera rigidez lumbar y dolor de espalda.
Cómo prevenir las lesiones antes y durante el Camino
1. Prepárate físicamente con antelación
Al menos un mes antes de iniciar el Camino, comienza a caminar distancias cortas e incrementa poco a poco el tiempo y la intensidad.
Complementa con ejercicios de fuerza y estabilidad, especialmente para piernas, glúteos y core.
2. Cuida tu calzado y tus pies
Usa zapatillas o botas ya adaptadas, con buena amortiguación.
Cambia los calcetines con frecuencia.
Mantén la piel hidratada para evitar rozaduras.
3. Ajusta bien la mochila
Debe pesar como máximo el 10% de tu peso corporal y distribuir la carga entre ambos hombros.
Un mal ajuste puede provocar dolor de cuello, espalda o caderas.
4. Estira antes y después de cada etapa
Dedica 10 minutos a estiramientos de gemelos, isquiotibiales, cuádriceps y zona lumbar.
El cuerpo se recupera mejor si le das tiempo para relajarse.
5. Descansa y escucha tu cuerpo
El exceso de esfuerzo sin recuperación puede convertir una molestia leve en una lesión seria.
Aprende a reconocer las señales de fatiga muscular o articular.
¿Cómo puede ayudarme la fisioterapia?
En Recuperación Funcional Natalia Dávila, en Galicia, ofrecemos atención a peregrinos antes, durante y después del Camino, con tratamientos enfocados en:
- Descarga muscular para aliviar sobrecargas y contracturas.
- Terapia manual y estiramientos guiados para recuperar movilidad.
- Vendajes funcionales y kinesiotape para proteger articulaciones y prevenir recaídas.
- Asesoramiento postural y ejercicios personalizados para mejorar la técnica de marcha.
- Además, si llegas a Santiago con molestias o lesiones, podemos ayudarte a recuperarte y disfrutar del final del Camino sin dolor.
Beneficios de acudir a fisioterapia antes y después del Camino
- Reducción del riesgo de lesiones musculares y articulares.
- Mejora del rendimiento físico y de la resistencia.
- Alivio del dolor y la fatiga muscular.
- Prevención de ampollas y sobrecargas.
- Recuperación más rápida tras completar la ruta.
Hacer el Camino de Santiago es una experiencia única, pero requiere preparación física y cuidado corporal. La fisioterapia no solo trata lesiones: te ayuda a prevenirlas, mejorar tu rendimiento y disfrutar cada paso con seguridad.
En Recuperación Funcional Natalia Dávila, en Galicia, acompañamos a peregrinos y caminantes en su preparación, recuperación y bienestar. Porque cada Camino se vive mejor cuando el cuerpo responde sin dolor.
Si estás preparando el Camino o acabas de terminarlo y notas molestias, solicita tu valoración gratuita y deja que te ayudemos a seguir caminando sin límites.