Una lesión no solo duele en el cuerpo: también duele en la mente. Muchos deportistas —desde corredores aficionados hasta quienes solo disfrutan de una caminata diaria— sienten miedo cuando llega el momento de volver a moverse. “¿Y si me vuelvo a lesionar? ¿Estará mi rodilla preparada? ¿Podré correr como antes?”.
La buena noticia es que sí se puede volver a correr, pero el secreto está en no saltarse pasos. En Recuperación Funcional Natalia Dávila acompañamos a pacientes que pasan de la camilla de fisioterapia a recuperar la confianza en la pista. Y lo hacemos con un proceso estructurado que combina tratamiento, entrenamiento progresivo y educación en prevención.
¿Por qué es importante una transición progresiva?
Tras una lesión (esguince, rotura de ligamento, fractura, sobrecarga muscular…), el cuerpo necesita tiempo y estímulos adecuados para:
- Recuperar la fuerza y la movilidad perdidas.
- Reentrenar la coordinación y la propiocepción.
- Adaptarse a los gestos deportivos sin dolor ni compensaciones.
- Evitar recaídas por volver demasiado pronto.
- Saltarse esta progresión es el error más común y el motivo por el que muchas lesiones se repiten.
El camino de vuelta: fases de la recuperación hasta correr
1. Fase clínica en camilla
Se trabaja en la reducción del dolor, inflamación y rigidez articular. Aquí aplicamos técnicas de fisioterapia manual, estiramientos específicos y ejercicios muy básicos.
2. Fase de movilidad y fuerza inicial
Comenzamos con ejercicios controlados de carga progresiva: caminar, ejercicios de core, fortalecimiento de glúteos y estabilizadores de rodilla o tobillo.
3. Entrenamiento funcional
Se introducen movimientos que simulan los gestos deportivos: saltos controlados, cambios de dirección, trabajo de equilibrio dinámico. El objetivo es preparar al cuerpo para tolerar impacto y esfuerzo.
4. Retorno a la carrera
Se inicia con trote suave en superficies estables, intercalando caminar y correr. A medida que mejora la tolerancia, se aumenta la intensidad y se incluyen series cortas.
5. Prevención y mantenimiento
El trabajo no termina al volver a correr. Se recomienda un plan de ejercicios de fuerza y control que se integre en la rutina semanal, garantizando que la articulación se mantenga protegida.
Beneficios de un plan bien estructurado
- Reducción del riesgo de recaídas.
- Recuperación progresiva de la confianza.
- Mejora de la técnica de carrera.
- Prevención de nuevas lesiones.
- Vuelta segura y más eficiente al deporte.
Conclusión
Volver a correr después de una lesión no es cuestión de suerte, sino de estrategia. Con un programa de rehabilitación funcional y un acompañamiento profesional, cada paso es más seguro y cada avance, más sólido.
En Recuperación Funcional Natalia Dávila guiamos tu camino desde la camilla hasta la pista, para que no solo recuperes tu capacidad de correr, sino también la tranquilidad de hacerlo sin miedo.
Si quieres volver a correr en condiciones seguras tras una lesión, solicita tu valoración gratuita y descubre cómo podemos ayudarte en tu proceso de recuperación.